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1ª Jornada Grupo D: Serbia 0 – 1 Ghana

Serbia y Ghana abrían el telón de este Grupo D que tiene a Alemania como gran favorita con la intención de ser la alternativa a los germanos y colarse en unos octavos de final que parece estarán muy caros por lo visto hasta ahora. Sin embargo, y como viene siendo habitual, el encuentro se decidiría por un nuevo error tan infantil como insensato del serbio Kuzmanovic que pondría en bandeja los tres puntos para la selección africana.

El partido no fue un alarde de juego y ocasiones, ni mucho menos. Se movió en los mismos parámetros que lo habían hecho durante los dos días anteriores el resto de encuentros. Mucho respeto y escaso talento que hacían que el balón apenas se moviese del círculo central. Las ocasiones lejanas de Pantelic y Gyan nada más comenzar el encuentro dejaban paso a unos minutos de tanteo en los que, a pesar de sus limitaciones, Ghana se mostraba mucho más cómoda sobre el terreno de juego.

La Serbia de Antic se estiraría a partir de entonces y suyas fueron las ocasiones. Pantelic llevó el susto a la afición africana tras no controlar un balón con el que se hubiese quedado solo delante de Kingson mientras que Kolarov y el propio Pantelic vieron cómo sus respectivos lanzamientos se marchaban rozando los postes de la portería rival. Se llegaba al descanso con una última ocasión a cargo de Jovanovic que intentó sorprender desde veinte metros y a la que respondió en dos tiempos Kingson.

A pesar de haber contado con las mejores oportunidades, Serbia tenía un problema y se llamaba Ayew. El ghanés entraba una y otra vez por su banda como Pedro por su casa y nadie en la defensa balcánica era capaz de pararle. Quebradero de cabeza para Radomir Antic que se había encontrado a una Ghana muy voluntariosa que en cualquier momento podría poner en serias dificultades a su equipo.

El propio Ayew haría nada más comenzar la segunda mitad que la afición serbia contuviera la respiración durante unos segundos. Su cabezazo se iba fuera tras un preciso centro desde la derecha y daba el primer aviso tras el descanso. No tardaría en reaccionar el combinado balcánico con Zigic como protagonista. Un defensa ghanés le rebañaba el balón casi en línea de gol al gigantón serbio justo cuando se disponía a perforar la red.

Pero el delantero Gyan gozaría de la oportunidad más clara de los sesenta minutos disputados hasta entonces. Su certero testarazo se topaba desafortunadamente para él y su selección con la madera de la portería defendida por Stojkovic. Ghana había dado un paso más en busca de la victoria ante la pasividad de su rival, que apenas se había acercado a su área en esta segunda parte.

Zigic se retiraba en un día totalmente gris para él y le sustituía Lazovic, apuesta de Antic que buscaba un cambio en el juego con las numerosas y dispares alternativas con que cuenta en su banquillo. No obstante, las buenas intenciones del técnico serbio serían desbaratadas por Lukovic que se iba antes de tiempo a los vestuarios. El agarrón que propinaba a su par era sancionado con amarilla, la segunda en su caso.

Serbia no se amilanó ante tal circunstancia y gozó de dos claras ocasiones en las botas de Krasic y la testa de Vidic. Parecía haberse liberado del yugo que no le permitía practicar su juego cuando había estado con los once jugadores sobre el terreno de juego.

Sin embargo, las desgracias no vienen solas, y si no que se lo pregunten a Argelia. Kuzmanovic presentaba su candidatura a este circo de los errores que estaba siendo el Mundial de Sudáfrica con una mano absurda dentro del área. El gesto instintivo del jugador no ofreció dudas al colegiado que se apresuró a señalar el punto fatídico. Gyan, especialista en estas lides, anotaba y ponía por delante a los suyos a falta de seis minutos más el descuento para que el encuentro llegase a su fin.

Incluso el mismo Gyan pudo redondear su cuenta con un gol más en tiempo añadido si no se lo llega a impedir nuevamente el poste. El desconciero de Serbia era total durante los últimos minutos para frustración de Antic, que veía cómo el árbitro señalaba el final del partido y su selección se complicaba la vida en el grupo. Este varapalo obliga a Serbia prácticamente a ganar sus dos próximos encuentros si quiere cumplir con su objetivo de meterse en octavos. Mucho más ambicioso parece ser el de Ghana, fijado antes de esta cita en las semifinales. Habrá que ver si cumplen con ellos.

 

EL BUENO: Gyan. Sobresaliente durante todo el encuentro. Marcó el gol de la victoria y estrelló dos dispartos a los palos. Volvió loca a la defensa serbia.

EL FEO: Vorsah. Entró con una dureza desmedida a Zigic y vio por ello la amarilla.

EL MALO: Kuzmanovic. Hizo un penalty de patio de colegio que a su selección puede costarle la clasificación.

1ª Jornada Grupo C: Argelia 0 – 1 Eslovenia

Sin habernos sobrepuesto del estrepitoso fallo de Green que privaba a Inglaterra de la victoria en su duelo frente a Estados Unidos, Chaouchi pareció querer repetir “gesta” con un error tan calamitoso como inexplicable. Si ya de por sí la selección argelina adolece de carencias tanto ofensivas como en su juego de creación, acciones como ésta pueden acabar condenando a un combinado que no está para regalar nada.

Cabe decir que el partido se presentaba, cuanto menos, interesante. Dos de las selecciones con menos presencia en citas mundialistas se veían las caras. Por un lado, Argelia, que cuenta únicamente con dos participaciones (82 y 86). Por el otro, Eslovenia, que hizo su debut en el año 2.002. Y ambas sin haber pasado nunca de la primera fase. Todo un reto para africanos y europeos.

Sin jugadores de corte ofensivo en la medular ni nadie que sea capaz de llevar la manija del partido se preveía un encuentro trabado, lento, … En definitiva, soso. Y así fue. Si exceptuamos un lanzamiento con cierto peligro de Belhadj tras botar una falta en los primeros compases del encuentro, hubo que esperar más de media hora para que eslovenos y argelinos se animasen a ver la portería contraria. No obstante, el que hoy sería tristemente protagonista del partido, Chaouchi, ya había dejado muestras de su inseguridad en los balones colgados al área.

No existía un dominador claro sobre el césped y ambos combinados evidenciaban su falta de gol. La ocasión más clara (y casi la única) de la primera mitad la tendría Halliche, que cabeceaba a la izquierda del marco contrario un saque de esquina ejecutado por Ziani. A continuación respondería Eslovenia con un potentísimo disparo desde fuera del área que el portero argelino despejaba a saque de esquina acrobáticamente.

No hubo tiempo para más y las dos selecciones enfilaban el túnel de vestuarios en un encuentro totalmente anodino que había trasladado el aburrimiento a las gradas de Polokwane. La ausencia de detalles técnicos y las dificultades para aproximarse a las áreas dejaban claro que nos encontramos ante dos de los conjuntos más débiles que han llegado a este Mundial de Sudáfrica.

Tras el descanso comenzaba la segunda parte con un poco más de ritmo aunque sin ocasiones destacables. Tan soporífero estaba resultando ser el encuentro que pareció contagiarse el mismo colegiado que dejó sin señalar un penalty a favor de Eslovenia en el minuto 64. Sin embargo, ocho minutos más tarde sí mandaría a los vestuarios a Ghezzal por doble amarilla, cada cual más absurda. Imperdonable la actuación del argelino, que tan sólo llevaba doce minutos sobre el terreno de juego, el cual dejaba tras un agarrón y un control con la mano.

No se vino abajo a pesar de ese golpe el combinado de Saadane y a punto estuvo Ziani de aprovechar una falta de entendimiento entre el meta Handanovic y uno de sus defensas. Se había estirado Argelina desde la expulsión de Ghezzal para sorpresa de todos, que parecía jugar más cómoda que cuando estaba con los once jugadores.

Pero los infortunios no habían acabado para los argelinos. A falta de once minutos para la conclusión del partido Koren se atrevía con un chut desde fuera del área muy sencillo para cualquier portero. Para cualquiera menos para Chaouchi, que no medía bien y se “tragaba” el disparo del esloveno.

A partir de entonces Argelia sería incapaz de generar peligro y se marchaba de Polokwane con el casillero a cero y la sensación de haber dejado escapar un empate que, quién sabe, necesite más adelante. Eslovenia se llevaba una victoria injusta a todas luces que le permite liderar el Grupo C por delante de ingleses, norteamericanos y argelinos.

 

EL BUENO: Koren. En un partido sin mucho que destacar fue el que puso el gol y algún que otro detalle de la calidad que se le supone.

EL FEO: Komac. Fue amonestado por una entrada muy dura sin necesidad para ello cuando el encuentro ya agonizaba.

EL MALO: Ghezzal. Sólo duro doce minutos en el terreno de juego. Su absurda expulsión contribuyó a que su selección se fuera de vacío.

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