1ª Jornada Grupo C: Argelia 0 – 1 Eslovenia
Sin habernos sobrepuesto del estrepitoso fallo de Green que privaba a Inglaterra de la victoria en su duelo frente a Estados Unidos, Chaouchi pareció querer repetir “gesta” con un error tan calamitoso como inexplicable. Si ya de por sí la selección argelina adolece de carencias tanto ofensivas como en su juego de creación, acciones como ésta pueden acabar condenando a un combinado que no está para regalar nada.
Cabe decir que el partido se presentaba, cuanto menos, interesante. Dos de las selecciones con menos presencia en citas mundialistas se veían las caras. Por un lado, Argelia, que cuenta únicamente con dos participaciones (82 y 86). Por el otro, Eslovenia, que hizo su debut en el año 2.002. Y ambas sin haber pasado nunca de la primera fase. Todo un reto para africanos y europeos.
Sin jugadores de corte ofensivo en la medular ni nadie que sea capaz de llevar la manija del partido se preveía un encuentro trabado, lento, … En definitiva, soso. Y así fue. Si exceptuamos un lanzamiento con cierto peligro de Belhadj tras botar una falta en los primeros compases del encuentro, hubo que esperar más de media hora para que eslovenos y argelinos se animasen a ver la portería contraria. No obstante, el que hoy sería tristemente protagonista del partido, Chaouchi, ya había dejado muestras de su inseguridad en los balones colgados al área.
No existía un dominador claro sobre el césped y ambos combinados evidenciaban su falta de gol. La ocasión más clara (y casi la única) de la primera mitad la tendría Halliche, que cabeceaba a la izquierda del marco contrario un saque de esquina ejecutado por Ziani. A continuación respondería Eslovenia con un potentísimo disparo desde fuera del área que el portero argelino despejaba a saque de esquina acrobáticamente.
No hubo tiempo para más y las dos selecciones enfilaban el túnel de vestuarios en un encuentro totalmente anodino que había trasladado el aburrimiento a las gradas de Polokwane. La ausencia de detalles técnicos y las dificultades para aproximarse a las áreas dejaban claro que nos encontramos ante dos de los conjuntos más débiles que han llegado a este Mundial de Sudáfrica.
Tras el descanso comenzaba la segunda parte con un poco más de ritmo aunque sin ocasiones destacables. Tan soporífero estaba resultando ser el encuentro que pareció contagiarse el mismo colegiado que dejó sin señalar un penalty a favor de Eslovenia en el minuto 64. Sin embargo, ocho minutos más tarde sí mandaría a los vestuarios a Ghezzal por doble amarilla, cada cual más absurda. Imperdonable la actuación del argelino, que tan sólo llevaba doce minutos sobre el terreno de juego, el cual dejaba tras un agarrón y un control con la mano.
No se vino abajo a pesar de ese golpe el combinado de Saadane y a punto estuvo Ziani de aprovechar una falta de entendimiento entre el meta Handanovic y uno de sus defensas. Se había estirado Argelina desde la expulsión de Ghezzal para sorpresa de todos, que parecía jugar más cómoda que cuando estaba con los once jugadores.
Pero los infortunios no habían acabado para los argelinos. A falta de once minutos para la conclusión del partido Koren se atrevía con un chut desde fuera del área muy sencillo para cualquier portero. Para cualquiera menos para Chaouchi, que no medía bien y se “tragaba” el disparo del esloveno.
A partir de entonces Argelia sería incapaz de generar peligro y se marchaba de Polokwane con el casillero a cero y la sensación de haber dejado escapar un empate que, quién sabe, necesite más adelante. Eslovenia se llevaba una victoria injusta a todas luces que le permite liderar el Grupo C por delante de ingleses, norteamericanos y argelinos.
EL BUENO: Koren. En un partido sin mucho que destacar fue el que puso el gol y algún que otro detalle de la calidad que se le supone.
EL FEO: Komac. Fue amonestado por una entrada muy dura sin necesidad para ello cuando el encuentro ya agonizaba.
EL MALO: Ghezzal. Sólo duro doce minutos en el terreno de juego. Su absurda expulsión contribuyó a que su selección se fuera de vacío.