1ª Jornada Grupo E: Holanda 2 – 0 Dinamarca
Si algo quedó claro tras la disputa del partido que enfrentó a la Oranje con la selección que dirige Morten Olsen es que Holanda necesita a Robben como agua de Mayo. Con él en el campo el equipo ofrece una versión completamente distinta a cuando ocupa lugar en el banquillo. ¿Tienen los tulipanes “Robbendependencia”? Está por ver, aunque de momento sus compañeros parecen pedir a gritos que se recupere cuando antes de su lesión.
Y no es que Holanda sufriera durante los noventa minutos, no. Dinamarca apenas inquietó el marco defendido por Sketelenburg y dejó que fuese su rival quien llevase el peso del partido. Una posesión que se desarrollaba en su mayor parte en el centro del campo donde la selección Oranje sí se sentía cómoda, aunque con un ritmo excesivamente lento, impropio del combinado que sorprendiera en la primera fase de la pasada Eurocopa.
Sólo Kuyt puso en apuros a Sorensen con un potente disparo que el guardameta atajó en dos tiempos en los primeros compases de partido. A partir de entonces Van der Vaart y Sneijder probarían fortuna con disparos lejanos pero con escasa puntería. No obstante, Dinamarca gozó de las mejores oportunidades de la primera mitad. Primero con un testarazo de Bendtner a centro de Rommedahl que se perdió a la derecha de la portería. Y, a continuación, con un magnífico disparo de Kahlenberg al que respondía Sketelenburg despejando a córner.
Se cerraba el primer acto con una última ocasión de Van Persie sin demasiado peligro, el mismo que había creado Holanda a lo largo de los 45 minutos. La selección dirigida por Van Marwijk era incapaz de abrir la telaraña danesa a pesar de contar con algunos de los mejores jugadores de Europa. Todo quedaba pendiente para la segunda parte.
Se abría el telón y apenas hubo que esperar para presenciar el primer tanto del partido. Despropósito absoluto en la zaga danesa que, al intentar despejar un centro, se acababa introduciendo el balón en su propia portería. El infortunio se cebaba con S.Poulsen y Agger, protagonistas de este sainete. Holanda, por su parte, se ponía por delante en el marcador sin haber chutado siquiera a puerta. No se podía conseguir más con menos.
Si apenas había llegado a la meta contraria Holanda hasta entonces menos lo haría ahora. La Oranje tocaba y tocaba a la espera de que transcurriesen los minutos ante una Dinamarca que no la ponía en excesivos aprietos. Únicamente un gol anulado a Van Persie y alguna acción esporádica parecían querer animar el encuentro, pero ni por esas.
Bendtner, desaparecido en combate, era finalmente sustituido por Morten Olsen que buscaba otras alternativas en ataque. Pero si alguien fue capaz de cambiar por completo el ritmo del partido, ése fue Elia. Su entrada supuso un golpe de aire fresco para sus compañeros, que parecían tener las ideas mucho más claras a partir de entonces.
Así se fueron sucediendo las ocasiones que apenas había generado Holanda durante los 65 minutos anteriores. Van Bommel y Van Persie marraban sendas ocasiones y Sneijder mandaba un disparo repelido por un defensor al larguero antes de que llegara la sentencia. Tras una triangulación de manual Sneijder cedía en profundidad al recién incoporado Elia que remataba al palo. Kuyt, atento al rechace, terminaba remachando a la red.
Incluso Holanda disfrutaría de una última ocasión para redondear el marcador, pero S.Poulsen, muy oportuno, sacaba el balón rematado por Afellay cuando éste se colaba en la portería. Dinamarca, en un partido aciago para sus intereses, no había sabido reaccionar al autogol de S.Poulsen ante una Holanda que venció de una manera muy diferente a lo que se espera de ellos. Hoy ganó, habrá que ver si para el próximo encuentro también convence.
EL BUENO: Elia. Fue entrar él y cambiar el guión del partido. Muy vertical y dinámico en todas sus acciones logró contagiar a los suyos en los minutos finales.
EL FEO: Van del Wiel. Su entrada al tobillo de un rival debió ser sancionada con amarilla. Salió indemne.
EL MALO: Agger. Fue protagonista en el primer gol holandés y a punto estuvo de hacer doblete en su propia portería en una acción posterior. Mejor que no se hubiera levantado hoy.