1ª Jornada Grupo B: Corea del Sur 2 – 0 Grecia
Poco queda de la selección que en el año 2.004 ganara la Eurocopa para sorpresa de todos, incluidos los propios helenos. Al menos entonces defendía con orden y rigor táctico, pero esas virtudes parece haberlas perdido la selección que dirige Otto Rehhagel visto lo visto en su enfrentamiento contra Corea del Sur. Ahora únicamente queda un combinado entrado en años y con carencias para escribir un libro que está pidiendo a gritos un relevo generacional.
Tan previsible resulta ser la ex campeona de Europa que los asiáticos tan sólo necesitaron seis minutos para perforar la portería defendida en esta ocasión por Tzorvas. Lee Jung Soo remachaba a la red un lanzamiento de falta desde el lateral a la altura del córner tras un estrepitoso error en las marcas de los griegos. Los coreanos encarrilaban un encuentro que sería a la postre mucho más sencillo para ellos de lo que en un principio se hubiesen imaginado.
Otto Rehhagel se veía obligado a cambiar de estrategia después de comprobar que su planteamiento de esperar atrás a su rival se había visto hecho añicos nada más comenzar el encuentro. La respuesta llegaría pronto de la manera que mejor saben sus hombres, buscando el juego aéreo. Sin embargo, el guardameta coreano se acababa quitando el balón de encima en el último momento cuando una de las torres griegas se disponía a cabecear.
Sería una acción aislada, pues salvo un centro lejanísimo de Vyntra que a punto estuvo de sorprender al portero asiático tras envenenarse, Grecia no logró acercarse al área contraria durante el resto de la primera parte. A partir de entonces sería Corea del Sur la que se haría con el control del partido y gozaría de las ocasiones más claras.
Primero sería Tzorvas el que salvaría a su equipo al cortar en el uno contra uno un contragolpe perfectamente ejecutado por los coreanos. Providencial el meta del Panathinaikos que impedía que su rival se marchase al descanso con una renta mayor. Una y otra vez salían como flechas los pequeños jugadores asiáticos que dispondrían de otra contra que era desbaratada por el defensa griega y un disparo alto cuando se llevaban disputados cuarenta minutos de partido a cargo de Park Chu-Young.
Sólo existía una selección sobre el terreno de juego, la coreana, que manejaba a su antojo al combinado heleno. Y lejos de cambiar el panorama en la segunda mitad con la entrada de hombres como Patsatzoglou, Salpingidis o Kapetanos, las llegadas de los jugadores que dirige Huh Jung-Moo serían constantes.
De nuevo seis minutos necesitaba la selección oriental para poner tierra de por medio. Un error garrafal de Vyntra propiciaba una internada de Ji-Sung Park por el centro para que acabase definiendo con tranquilidad a la salida del portero. Se le ponía muy cuesta arriba el encuentro a Grecia, que en ningún momento había ofrecido un atisbo de poder poner en dificultades a Corea del Sur.
Y de nuevo seis minutos más tarde pudo redondear el conjunto asiático el marcador con el enésimo error de la zaga rival que dejaba solo al delantero coreano cuyo testarazo se marchaba fuera. Corea llegaba una y otra vez ante la pasividad de los europeos.
No obstante, se produciría un intento de reacción en los hombres de Rehhagel. Gekas con una chilena en posición complicada y el recién entrado Kapetanos gozaban de sendas oportunidades. Pero la mejor ocasión correría a cargo del delantero del Hertha de Berlín que desde dentro del área y libre de marca hacía lucirse a Jung Sung-Ryong con su remate.
La última acción del partido llevaría la firma de Lee Chun-Yong con un fenomenal disparo al que respondería Tzorvas, el mejor de equipo en el día de hoy. Llegaba a su fin de esta forma un encuentro que no había tenido color a pesar de los últimos arreones de los helenos. A la espera de lo que hagan las Águilas Verdes, Corea del Sur se postula como principal candidato para acompañar presumiblemente a Argentina a octavos de final.
EL BUENO: Lee Jung Soo. Su gol sirvió para abrir el marcador y dar los tres primeros puntos a su selección.
EL FEO: Torosidis. En un partido de guante blanco fue el único amonestado.
EL MALO: Vyntra. No dio una al derechas. Culpa suya fue el segundo gol y una peligrosa cesión a su portero a punto estuvo de costarle el tercero a su equipo.