1ª Jornada Grupo A: Uruguay 0 – 0 Francia
Ni chicha ni limoná. Así puede definirse el soporífero encuentro con el que uruguayos y franceses “deleitaron” a sus respectivas aficiones que se habían dado cita en el estadio de Ciudad del Cabo. No sólo no hubo goles, sino que las ocasiones de uno y otro combinado pudieron contarse con cuentagotas. Los problemas con los que charrúas y galos habían llegado al Mundial parecían evidenciarse nuevamente en una competición en la que hay escaso margen de error.
Tal era el respeto y la cautela con la que los 22 jugadores afrontaban el encuentro que hubo que esperar hasta el minuto 6 para que llegase la primera ocasión del partido. Ribery, en el ojo del huracán durante estos últimos meses por los motivos ya conocidos, se internaba por la banda y cedía finalmente a su compañero Govou que no acertaba a rematar. A la oportunidad desperdiciada por el jugador del Lyon le sucederían un disparo lejano de Diaby y un cabezazo desviado de Anelka.
A pesar de que los primeros minutos parecían ser del combinado que dirige Domenech, éste no inquietaba en exceso a un Muslera que, por fortuna para él, no tendría mucho trabajo en el día de hoy. No obstante, su homólogo Lloris se estrenaría pocos minutos después atajando un disparo de Forlán en la que hasta ese momento había sido la ocasión más clara del encuentro.
Las carencias en mediocampo de franceses y uruguayos impedían mover el balón con una mayor fluidez y sólo eran capaces de llegar a la portería rival con un juego más directo y previsible. La línea de creación es inexistente en ambos casos y jugadores como Gargano, el Ruso Pérez, Toulalan o Diarra no parecen aportar las soluciones necesarias.
Únicamente de las imprecisiones en las proximidades del área intentaban sacar provecho jugadores como Anelka a falta de juego, pero ni así. Se llegaba al descanso tras una anodina primera mitad sin nada destacable en la que los guardametas habían pasado prácticamente desapercibidos.
No mejoraría mucho el encuentro en la segunda parte a pesar de que los charrúas parecían salir más encufados que su rival. Arévalo Ríos y Forlán intentaban fortuna desde lejos pero sin peligro alguno. A continuación sería Muslera el que respondiera con seguridad a un disparo desde fuera del área de Toulalan antes de que Anelka rematara de cabeza en escorzo un centro que no vería puerta finalmente.
Con más miedo a perder que intención por llevarse los tres primeros puntos ambas selecciones dieron un paso atrás en lo que parecía una declaración de intenciones. En los últimos veinte minutos apenas habría más ocasiones. Eso sí, hubo tiempo para que Forlán fallase inexplicablemente a la altura del punto de penalty tras un rechace en el área.
Lo que si se produjo fue la primera expulsión del torneo. Lodeiro, que apenas llevaba 17 minutos sobre el terreno de juego, era amonestado por segunda vez tras una dura entrada viendo el túnel de vestuarios. Eso provocó que Uruguay se cerrara aun más atrás con el objetivo de intentar frenar las acometidas rivales. Y también llegaría la polémica arbitral. Henry demandó un penalty por mano de Eguren, pero el colegiado no apreció voluntariedad.
Si bien el encuentro que había enfrentado a la anfitriona y a México había resultado entretenido, el conato de partido disputado en Ciudad del Cabo no pasará a los anales del fútbol. Muchas dudas las ofrecidas por Uruguay y Francia que deberán despejar en las dos próximas jornadas si no quieren quedarse fuera del torneo a las primeras de cambio.
EL BUENO: Forlán. Fue el que lo intento con más ahínco aunque sin acierto de cara a la portería.
EL FEO: Lodeiro. Duró poco más de quince minutos sobre el césped. Una dura entrada suponía su segunda amarilla y la correspondiente expulsión.
EL MALO: Luis Suárez. Se le exige más a un delantero que ha sido capaz de hacer 35 goles en la liga holandesa. Apenas apareció.