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1ª Jornada Grupo D: Alemania 4 – 0 Australia

El Mundial estaba resultando aburrido para unos, demasiado táctico para otros, …, hasta que llegó la Alemania de Joachim Löw que pasó como una apisonadora sobre una endeble Australia que no plantó cara en ningún momento. Tan sólo les bastaron 26 minutos a los germanos para deshacerse de su rival, demasiado blando atrás y sin el arrojo suficiente para irse arriba. “El fútbol es un deporte en el que juegan 11 contra 11 y en el que siempre gana Alemania” asevera el famoso dicho y parece que este año habrá que tenerlo más presente que nunca. La Mannschaft promete.

Y eso que Australia fue la que dio el primer susto del partido. Todavía algunos no habían tomado asiento cuando Lahm, casi en línea de gol, salvaba a su equipo del primero. Tan sólo habían transcurrido tres minutos y parecía que Los Socceroos habían salido dispuestos a buscar la portería rival. Nada más lejos de la realidad.

A partir de ese momento fue un recital alemán, una sucesión de ocasiones que parecía no tener fin para desgracia del combinado que dirige Pim Verbeek. A los avisos de Klose y Özil respondió Podolski abriendo el marcador en el minuto diez tras aprovecharse de un error en el marcaje de la zaga contraria.

Sólo existía un equipo sobre el terreno de juego, Alemania, que había conseguido anular por completo a Australia. Podolski y Klose continuaban marrando ocasiones clarísimas hasta que el segundo demostró por qué cuando juega con la selección de su país es otro bien diferente a cuando lo hace con el Bayern de Múnich. El espigado ariete germano se resarcía de su anterior error con un golazo de cabeza de la casa tras un centro preciso desde la banda derecha.

Para no desentonar respecto a los días previos Schwarzer se unió a la causa de sus homólogos Green y Chaouchi. Horrible el guardameta australiano que cerró los ojos en el primer tanto y no midió bien en la salida del segundo. Imposible hacerlo peor.

Todo lo contrario que Özil, que aparentaba jugar sólo. Parecía estar en todas partes y participaba de todas las acciones de peligro de los teutones. En dos de ellas estuvo a punto de lograr su gol, pero un defensa en la línea en la primera y un mal control en la segunda lo evitaron.

Así se llegaba al descanso, con 2-0 en el marcador y la sensación de que Australia era un muñeco en las manos de Alemania que jugaba con él a su antojo. ¿Sería Alemania la gran candidata para hacerse con el cetro mundial? Desde luego ganaba puntos entre las favoritas, aunque habría que ver su respuesta ante un rival de mayor entidad y con otra propuesta futbolística.

La segunda mitad comenzaba como la primera, con los germanos volcados en ataque en busca de hacer más leña del árbol caído. Y por si los problemas no fueran suficientes para los australianos, Cahill se encargó de aumentarlos. Tras una feísima entrada en la que midió mal dejaba a su equipo con diez, justo lo que necesitaba.

Klose seguía mandando al limbo sus ocasiones en una oportunidad única como tenía hoy para haberse colocado como máximo goleador en solitario. Pero si no lo conseguía él, ya lo harían sus compañeros. El mismo Müller, por ejemplo, que ponía su sello a una preciosa jugada de Alemania que se gustaba sobre el césped. O el recién incorporado Cacau, que culminaba una perfecta triangulación con pase de Özil, el omnipresente, con el cuarto tanto que cerraba el encuentro. Sólo en los minutos finales Holman gozó de la más clara y casi única ocasión del partido para los suyos. Ni por esas.

Alemania daba carpetazo a un encuentro sin historia en el que los australianos hicieron lo mismo que si no se llegan a bajar del autocar. Los germanos se postulan como combinado a tener muy en cuenta no sólo por el resultado, sino también por su juego, mucho más elaborado del que nos tenían acostumbrados. Algo está cambiando en Alemania.

 

EL BUENO: Özil. Sin discusión. Hace del fútbol algo fácil y sencillo, casi de niños. Es el Messi teutón.

EL FEO: Cahill. Dejó a su equipo con diez tras una peligrosa entrada en la que midió mal. No era hoy el día de Australia.

EL MALO: Schwarzer. Responsable en casi todos los goles que recibió su equipo. Tener un portero como él es una losa complicada de llevar.

Una respuestaa “1ª Jornada Grupo D: Alemania 4 – 0 Australia”

  1. David dice:

    Ahi Alemania se mostro muy poderoso, si señor

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